Las claves para entender por qué las mascarillas empañan las gafas

Uno de los problemas derivados del uso constante de mascarillas es que las personas que utilizan gafas sufren empañamiento y por tanto una pérdida de visibilidad. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Qué hace que se empañen las gafas? ¿Es posible evitar que suceda?

¿Por qué las mascarillas empañan las gafas?

En primer lugar, es importante conocer qué hay detrás de este problema para las personas con gafas. Normalmente, en situaciones del día a día en las que se cambia de un ambiente cálido en interior a temperaturas frías en exterior, es habitual que se empañen las gafas. Esto también sucede al abrir la puerta del horno por ejemplo.

Estas variaciones en las temperaturas son las que provocan también que las mascarillas generen el empañamiento de gafas. No en vano, en el momento en el que la llevamos puesta, nuestro aliento caliente escapa por los bordes superiores de la mascarilla. Este aire caliente contacta después con los cristales y si estos se encuentran a una temperatura menor, se genera condensación en la superficie y una capa brumosa. Esta situación se agrava cuando el clima es más gélido.

¿Cómo se genera la condensación de las mascarillas?

Como explican en Asepeyo, el aire que exhalamos al respirar está caliente y muy húmedo (unos 35ºC y 95% de humedad relativa, muy cerca de su saturación en vapor de agua). Por esta razón, en invierno y cuando el clima es más fresco, al enfriarse este aire rápidamente con el frío exterior (5ºC, por ejemplo), se alcanza tan rápido la temperatura de rocío (unos 34ºC) que no le da tiempo a condensarse fuera de nuestra mascarilla. Esta condensación se genera, por tanto, dentro de la máscara, en mayor proporción en invierno que en verano.

Sistemas antivaho y métodos caseros para resolver el problema

Y, ¿cómo podemos evitar que se empañen nuestras gafas a consecuencia de esta condensación? Existen métodos caseros que permiten mantener dentro de la mascarilla una temperatura similar a la de exhalación. 

Desde Asepeyo recomiendan por ejemplo en invierno el uso de bufandas o complementos similares que cubran no solo el cuello sino también la boca y la mascarilla. Pero este remedio puede complicar la respirabilidad de las personas, al sumar a la mascarilla una nueva prenda por encima. 

Para evitar este problema, existen en el mercado sistemas antivaho, o antifog en inglés, componentes químicos que ayudan a evitar la condensación de las mascarillas. Estos tratamientos funcionan minimizando la tensión superficial, lo que da como resultado una película de agua que no se dispersa en lugar de gotículas individuales.  

Es decir, estos recubrimientos antivaho evitan que el vapor de agua forme pequeñas gotas, aquello que vemos como “niebla” en nuestras gafas. Este vapor de agua seguirá condensándose con el tiempo, pero con estos sistemas, por lo general, se ralentiza. La duración del retraso depende de la calidad del tratamiento antivaho y de las condiciones ambientales.

Las mascarillas de Weetbe incluyen uno de estos avanzados tratamientos antivaho que mejoran las prestaciones de los sprays convencionales. Las weetbe mask osaka con el sistema antifog incorporado se pueden adquirir en nuestro e-commerce.

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